10 Mar La lectura en las personas mayores
La lectura es un ejercicio ideal para mantener y fortalecer las capacidades mentales de las personas mayores ya que proporciona sensaciones de bienestar mental y emocional y es un fantástico recurso para afrontar las situaciones de soledad tan características en este colectivo de población.
Uno de los principales beneficios de la lectura en las personas mayores es el hecho incuestionable de que esta actividad favorece la mejora de las funciones cognitivas en general.
Desde el punto de vista cognitivo, la lectura implica que el cerebro esté más activo y es un medio muy eficaz tanto para conservar las capacidades cognitivas, como ya hemos dicho, como para retrasar patologías o enfermedades neurodegenerativas vinculadas al proceso de envejecimiento. Por ejemplo, en el caso de las personas mayores que tienen problemas de concentración, resulta un hábito fantástico para mantener la atención focalizada y sostenida. Y a esto hay que añadir que fortalece considerablemente la memoria porque conlleva el recuerdo de la información.
Por otra parte, otra de las ventajas es que favorece la reducción del estrés y la ansiedad y, precisamente por ello, supone una verdadera fuente de relajación. Al sumergirse en la lectura, la persona mayor alcanza un estado de paz y tranquilidad muy satisfactorio y placentero.
Además, se trata de una actividad lúdica y saludable para cubrir el tiempo de ocio del que disponen estas personas ya que su práctica es muy entretenida y provechosa. En este sentido, como la persona mayor suele llevar una vida que en muchas ocasiones carece de estímulos y ocupaciones significativas en su día a día, la lectura se transforma en una herramienta muy eficaz aportando nuevos estímulos que la ayudan a evadirse o dejar de lado los problemas y preocupaciones personales.
Asimismo, el ejercicio de leer genera emociones, ayuda a mejorar la creatividad, potencia la curiosidad y desarrolla la imaginación ya que ofrece la oportunidad de adentrarse en la vida de los personajes de ficción y aprender de otras historias, situaciones y circunstancias de vida. Además, es una magnífica manera de recrearse con nuevas experiencias y vivir nuevos recuerdos.
A todo lo dicho debemos añadir que la lectura promueve algo muy importante como es el sentimiento de la empatía. Y es que por medio de la lectura se aumenta la capacidad de ponerse en el lugar del otro y esto contribuye a que se tenga una mejor comprensión respecto a la forma de vida y problemas de los demás.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta para que la persona mayor se pueda beneficiar del hábito de la lectura es observar siempre una serie de indicaciones como las siguientes: buscar un lugar agradable, cómodo y tranquilo; utilizar si fuera necesario gafas de vista cansada, llevar a cabo esta actividad preferiblemente durante las horas del día con más luz y buscar libros con letra grande y líneas bien separadas.
En definitiva, se trata de una actividad muy beneficiosa para promover el bienestar emocional de las personas mayores y merece ser considerada un hábito muy saludable en el día a día de la persona mayor.
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