08 Sep Los beneficios de la playa para las personas mayores
Aunque nos acercamos al fin de la temporada estival, todavía es posible, siempre y cuando el tiempo lo permita, disfrutar de muchos días soleados y de playa que permitan un descanso y desconexión de nuestras actividades rutinarias. En el caso de las personas mayores son numerosos los beneficios que puede aportar la playa tanto a nivel físico como cognitivo.
En primer lugar, acudir a la playa es sinónimo de tomar el sol y esto aporta múltiples beneficios para el cuerpo, entre ellos, la adquisición de vitamina D, el fortalecimiento de los huesos, la prevención de enfermedades y la generación de endorfinas (la hormona de la felicidad).
Conviene recordar al respecto que entre las principales recomendaciones médicas a la hora de estar expuestos al sol se encuentran las siguientes: no tomarlo en las horas centrales del día, aplicar siempre un factor de protección solar adecuado para evitar que la piel se queme, cubrir la cabeza con un gorro o visera y beber líquido para evitar la deshidratación.
Cabe decir, además, que el hecho de ir y disfrutar de la playa provoca una importante liberación de estrés, lo que permite obtener un agradable estado de relajación y bienestar tanto para el cuerpo como para la mente y, además, contribuye a aliviar los dolores musculares más comunes entre las personas mayores. Todo esto se debe en parte a que los sonidos (brisa, olas), el ambiente y las imágenes características de la playa generan un efecto de paz y tranquilidad muy placenteras.
Por otra parte, otro de los beneficios que aporta la playa en los adultos mayores es la agradable sensación de sueño que se experimenta por la noche tras haber pasado unas horas en ella. La playa es, este sentido, un lugar y un bálsamo ideal para combatir el insomnio y otras alteraciones del sueño.
A su vez, y como ya es sabido, el agua del mar proporciona también un sinfín de beneficios para todas las personas, en especial para aquellas que se encuentran en edad avanzada. Y es que el agua salada marina cuenta con una gran cantidad de propiedades curativas ya que hidrata la piel, ayuda a eliminar durezas y células muertas, aporta vitaminas y minerales y favorece la cura de heridas y otras infecciones.
Además, cabe destacar que el contacto con el agua salada del mar mejora notablemente la circulación sanguínea de las personas mayores y que la playa es un medio estupendo para realizar ejercicio físico.
En este sentido, la característica arena playera, sobre todo si la persona mayor realiza paseos sobre ella, aporta también grandes beneficios para los pies ya que se trata de una excelente superficie para andar y hacer ejercicio en general, lo que ayuda a fortalecer los músculos y las articulaciones de la parte inferior del cuerpo, una zona corporal que se resiente muy a menudo en las personas más mayores por su tendencia al sedentarismo. A esto hay que añadir que en contacto con la arena todo el cuerpo se ve expuesto a una intensa exfoliación lo cual produce una importante mejora de la piel.
Y no debemos olvidar que la brisa del mar permite una mejor respiración que lógicamente favorece el buen funcionamiento pulmonar, y proporciona la absorción de una serie de sustancias que protegen al organismo de infecciones, resfriados y, en general, de las enfermedades típicas del invierno.
En definitiva, ir a la playa aporta una gran cantidad de beneficios a todo el mundo y, por lo tanto, es un fantástico medio terapéutico natural para mejorar la calidad de vida de las personas mayores en particular.
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