04 May Autocuidado en tiempos de cuarentena
Atravesamos por momentos difíciles que han cambiado por completo nuestras vidas y en los que cada persona afronta de la mejor manera posible esta época tan turbulenta, tediosa y de incesante incertidumbre.
En el caso de asumir el cuidado de un familiar que ha tenido la mala fortuna de contagiarse por el COVID- 19, la persona que se hace cargo de dicho cuidado, se verá envuelta en muchas tareas hasta ese momento desconocidas como la administración de medicamentos, la ayuda en el aseo e higiene de la persona contagiada y, por supuesto,su apoyo psicológico.
Por ello, estas personas, además de cuidar a su familiar con toda la carga física y emocional que ello supone, deben iniciar a la vez un proceso de adaptación que les permita sobrellevar todos los cambios producidos en su día a día.
Y es que, la manera de vivir de muchas de estas personas,así como las de su entorno, posiblemente se haya visto afectada por culpa de esta terrible epidemiaque ha causado enormes estragos en diferentes ámbitos de la vida como las relaciones familiares, el trabajo, el tiempo de ocio, el estado de ánimo y la propia salud.
Sin embargo, conviene matizar al respecto que la manera de afrontar las exigencias del cuidado de otra persona puede variar en función de muchos condicionantes.
Lo que para algunas personas se convierte en algo relativamente fácil de sobre llevar,a otras, en cambio, esta situación les genera un mayor grado de malestar debido a una serie de circunstancias personales muy comunes como padecer problemas de salud propios, tener que asumir una excesiva carga de trabajo (teletrabajo), estar al cuidado de los hijos/as o simplemente sufrir la angustia, el estrés y la desesperación tan propios de esta época que desgraciadamente nos ha tocado vivir.
Por todo ello, es de vital importancia, y más si cabe en tiempos de pandemia, dedicar diariamente espacios de tiempo para uno mismo/a a través de actividades reconfortantes y placenteras que sirvan de evasión y que nos ayuden a combatir la ansiedad y el estrés que ocasionan estos niveles tan elevados de ocupación.
Entre dichas actividades podemos citar la lectura, hacer ejercicio, disfrutar de un baño relajante a solas, ver películas y series entretenidas o sencillamente no hacer nada y descansar. Además, otras medidas de autocuidado personal tienen que ver con mantener rutinas de sueño adecuadas, comer de forma saludable o limitar el tiempo dedicado a las nuevas tecnologías que nos exponen continuamente a la sobreinformación.
A nivel psicológico, todos estos hábitos, nos ayudarán a alcanzar una mayor estabilidad emocional y, por tanto, una mejor salud mental.
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