24 Jun La diabetes y el Covid-19
Existe la probabilidad de que pacientes que están siendo afectados por el COVID-19, hallan sido personas diabéticas no diagnosticadas correctamente con presencia de diabetes tipo 2 y, que tras haber sido atacadas por el virus se les halla detectado esta enfermedad. Estudios recientes informan que el virus SARS-CoV-2 es capaz de inducir la diabetes en pacientes que no tenían está dolencia, ya que este virus sería capaz de dañar el páncreas causando insuficiencia en la generación de la insulina, así como hiperglucemia.
Sin querer dar demasiados números macro y sin que la OMS (Organización mundial de la salud) haya actualizado los mismos desde hace varios años, sitúan a la Diabetes dentro de las enfermedades más comunes del planeta, con 422 millones de personas adultas que sufren algún tipo de diabetes en el año 2014, habiéndose multiplicado desde el año 1980 en el que se contaban con 108 millones, situándose la tasa de prevalencia en un 8,5% de la población durante el 2014. Con una estimación de fallecimientos en el 2016 de 1,6 millones de personas por causa directa de la diabetes, atribuyéndose el séptimo puesto, en causa principal de mortandad según la OMS. Como último dato significativo, se valora en aproximadamente 650.000 millones de euros el gasto mundial sanitario en diabetes.
Si el páncreas no produce la suficiente insulina o cuando el propio organismo no gestiona de manera correcta la insulina que produce, es cuando debemos de valorar la aparición de la diabetes. La insulina es una hormona que permite que la glucosa que fluye por la sangre penetre en las células para ser absorbida y utilizada como energía vital para el funcionamiento del organismo. Si se carece de la insulina suficiente o esta no realiza bien su función, aparece la hiperglucemia o acumulación de glucosa en la sangre.
Durante bastante tiempo se habían establecido únicamente dos tipos diferenciados de diabetes. Diabetes tipo 1, en la que el paciente no produce la suficiente insulina para el control de la glucosa, considerándose una patología autoinmune y tipo 2, en el que se tiene dificultad de generar insulina, no por fallos del sistema, sino por problemas con las células beta. Posterior a esta división de tipos de diabetes, se han añadido tres tipos más, diabetes tipo 3, en las que el organismo no responde a la hormona de la insulina y donde la persona, suele tener sobrepeso de manera generalizada. Tipo 4, se podría decir que la causa raíz sería la obesidad sin que, por ello, se tuvieran problemas metabólicos previos. El tipo 5 y último, se puede llegar a considerar una diabetes relativamente moderada, que está estrictamente relacionada con la edad.
Existen diferentes síntomas o signos que nos pueden alertar con la posibilidad de sufrir diabetes, tales como el aumento de sed con gran apetito, fatiga, irritabilidad, visión borrosa o dificultad a la hora de la cicatrización de las heridas, teniendo como efectos secundarios, problemas con la presión sanguínea, ataques al corazón, problemas renales y un incremento en las posibilidades de fallecer a causa de esta enfermedad.
Ante cualquiera de los síntomas descritos y con la edad, es conveniente comentarlo con el especialistay de esta forma se pueda desestimar esta enfermedad, que nos guste o no, esta en pleno incremento, siendo una tarea fácil el diagnosticarlo y hacerle frente.
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